Salvietti, el sabor de Bolivia
En un país en el que muchas industrias migraron o se extranjerizaron, Salvietti decidió apostar por la ciudad. Y no solo eso: desde hace 105 años embotella identidad chuquisaqueña.
En un país en el que muchas industrias migraron o se extranjerizaron, Salvietti decidió apostar por la ciudad. Y no solo eso: desde hace 105 años embotella identidad chuquisaqueña.
Fundada en 1920, en Sucre, la Embotelladora Salvietti es una de las pocas industrias bolivianas que mantiene intactos su origen y su compromiso local.
Generación tras generación, ha dado empleo a padres, hijos y hermanos, marcando una historia compartida con la región. Hoy, con 50 trabajadores y más de 120 familias indirectamente beneficiadas, Salvietti sostiene la economía local no solo mediante el empleo, sino también a través del pago de impuestos y el consumo de insumos nacionales.
El emblema de la marca —la gaseosa sabor papaya, la primera bebida carbonatada de Bolivia— sigue siendo su insignia. A ella se han sumado sabores como kinotto, lima-limón, naranja, pomelo, frutilla, piña, granadina y, ahora, tumbo.
En octubre de 2024 lanzó “El Sabor del Bicentenario”, con un sabor tradicional y típico de la región: el tumbo. Asimismo, para este 6 de agosto, comercializa un tripack con los colores patrios, además de una etiqueta conmemorativa por los 200 años de Bolivia.
El stock es limitado y está disponible en supermercados, algunas tiendas y locales, en la fábrica y en puntos de venta durante eventos del Bicentenario.
“Mientras otras industrias migran, Salvietti reafirma su apuesta por Sucre”, concluyen sus líderes: Gabriele Salvietti, gerente propietario de Salvietti del Sur Ltda., y Willy Schütt, gerente regional de Salvietti.